lunes, 11 de mayo de 2009

Hay angustias por las que es muy difícil acudir a algo o alguien.

.
Probablemente quien lea este artículo y principalmente repare en el título, podrá suponer que lo que allí se manifiesta no es cierto, y opine que siempre hay alguien o algo a quien acudir en momentos difíciles.
Sin embargo otros, tal vez no muchos, saben que hay ciertas dificultades o ciertas problemáticas donde se te cierran los caminos para poder encontrar soluciones, ya que habiendo probado y habiendo investigado sobre el tema te llegas a dar cuenta que hay hechos o fenómenos que -quizá- nadie pueda resolver.
Allí es donde te viene a la memoria la común y antigua expresión "No queda otra cosa que ponerse a rezar", la que también tiene una contra cuando el individuo angustiado ha perdido la fe en lo que llamaríamos el "pedido divino". Entonces la única posibilidad, que al menos yo vislumbro, es la de buscar dentro de uno mismo, y utilizando la mente y los conocimientos dispersos por este mundo, iniciar una investigación propia sobre la problemática que pudiera estar alcanzándote y tratar de trabajar
para hallar una solución.
Esto no alienta a que las personas que lo deseen dejen de consultar con quien crean conveniente y acudan a otros para hallar soluciones. Sin embargo y reiterando los términos del título de este artículo, en esos casos especiales es aconsejable y fundamental iniciar una búsqueda e investigación personal, pues nadie podrá conocer mejor que uno mismo lo que está sintiendo o se le está manifestando.
De todas formas cada uno hará lo que le parezca más útil a sus necesidades, pero reitero la recomendación de no abandonar la búsqueda, en forma personal y directa (si es que está al alcance poder hacerlo), de la solución al problema.
Que tengas mucha suerte!
.

No hay comentarios: